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Ecuador lidera el cáñamo industrial en América Latina

El Ministerio de Agricultura y Ganadería de Ecuador anunció la creación de un manual técnico para el cultivo de cáñamo industrial, acompañado de una expansión significativa en la superficie cultivada: más de 2.300 hectáreas legales.

Este hito no solo marca un avance técnico, sino que posiciona a Ecuador como líder en este ámbito en América Latina, superando incluso a Uruguay, que si bien fue pionero en legalizar el cannabis, ha mantenido un desarrollo mucho más acotado en el sector del cáñamo industrial.

El anuncio oficial del Ministerio de Agricultura y Ganadería (MAG), emitido a principios de mayo de 2025, incluyó la presentación del "Manual Técnico para el Cultivo de Cáñamo Industrial", un documento orientado a estandarizar las prácticas agronómicas y facilitar el cumplimiento normativo por parte de productores.

Según datos del MAG, actualmente existen en el país más de 2.300 hectáreas de cultivo de cáñamo legalmente registradas. Esto representa un crecimiento notable desde la aprobación del marco regulatorio en 2020, que excluyó al cáñamo del listado de sustancias sujetas a fiscalización. Desde entonces, se han emitido más de 100 licencias para diferentes fases de la cadena productiva, incluyendo cultivo, procesamiento y comercialización.

El manual técnico publicado ofrece lineamientos sobre variedades autorizadas, técnicas de siembra, control de calidad y requisitos legales. Entre los criterios fundamentales, se especifica que el cáñamo cultivado en Ecuador debe contener un nivel de tetrahidrocannabinol (THC) inferior al 1%, diferenciándolo claramente del cannabis y alineándose con estándares internacionales para el uso industrial.

Desde una perspectiva regional, la iniciativa ecuatoriana se destaca por su enfoque integral y por el respaldo institucional que ha recibido desde el Estado a diferencia de otros países latinoamericanos donde la regulación del cáñamo avanza de forma fragmentada o permanece estancada.

Argentina y Colombia han avanzado en legislaciones similares, pero su implementación presenta retrasos o conflictos jurisdiccionales. En contraste, Ecuador parece estar consolidando un modelo agrario innovador, donde el cáñamo se integra en programas de reactivación económica y en estrategias de mitigación climática.

Uruguay, por su parte, fue pionero en la legalización del cannabis, pero ha enfocado sus políticas principalmente en el uso adulto y medicinal, sin un desarrollo industrial del cáñamo tan amplio como el de Ecuador. Aunque existe una regulación para el cáñamo no psicoactivo, su implementación ha sido limitada y el número de hectáreas cultivadas se mantiene muy por debajo del potencial estimado.

Chile, en tanto, cuenta con marcos legales que permiten el cultivo de cáñamo para fines industriales, pero su desarrollo ha sido marginal y sin una política pública que lo potencie de forma sistemática. Aunque existen iniciativas privadas y algunos proyectos experimentales, el país aún no consolida un ecosistema regulatorio

En este contexto, la apuesta de Ecuador por el cáñamo no es solo un gesto regulatorio, sino una declaración política clara hacia un modelo de desarrollo productivo que reconoce el valor industrial esta planta y rompe con décadas de criminalización.

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