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El renacimiento del cáñamo en Eslovaquia

En el corazón rural de Eslovaquia, un grupo de agricultores, activistas y emprendedores lidera un movimiento para rescatar el cultivo del cáñamo industrial, enfrentando décadas de estigmatización y restricciones legales.

En la pequeña aldea de Hubová, Peter Ižo y su esposa Miroslava han decidido retomar una práctica que sus antepasados conocieron bien. "En Hubová se cultivaba cáñamo desde hace siglos. Mi abuela aún recordaba cómo se trabajaba la planta", relata Ižo, para Magazín Konopí. 

Una historia similar se vive en el este del país, donde Peter Vodál, cofundador de la Asociación Eslovaca del Cáñamo (HEMSKA), cultiva 20 hectáreas de cáñamo orgánico en el Parque Nacional Poloniny. Con maquinaria especializada y técnicas de agricultura de precisión, su equipo ha logrado desarrollar un sistema integral para procesar flores, semillas y tallos, creando desde infusiones hasta materiales de construcción sostenibles.

Este renacimiento del cáñamo no ha estado exento de obstáculos. Eslovaquia ha mantenido una política ultraconservadora hacia el cannabis, llegando a incluir el CBD en la lista de sustancias fiscalizadas. Activistas como Boris Baňas y Michal Tözser lograron revertir parte de estas restricciones tras señalar la incompatibilidad con la legislación europea. Su trabajo pionero comenzó en los años 90, cuando experimentaron con cultivos y difundieron información a través de la web Konopa.sk.

La plataforma Konopný dvor y la asociación Hemp Cluster, lideradas por Dušan Knezovič y Mirka Sláviková, han impulsado la formación de nuevas generaciones de productores mediante programas educativos y conferencias. Hemp Cluster incluso ha desarrollado un panel aislante a base de cáñamo sin aglutinantes sintéticos, apostando por la innovación en la construcción sostenible.

Iniciativas recientes como el Slovenské konopné družstvo (cooperativa eslovaca del cáñamo) han consolidado la infraestructura necesaria para procesar tallos y fibras, permitiendo la fabricación local de bioplásticos, aislantes y bloques de cáñamo. La red de cooperación también incluye a veterinarios como Peter Vojtko, quien investiga los beneficios terapéuticos del cáñamo en animales desde su empresa Fatrahemp.

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