Un reciente estudio publicado en The Lancet Public Health y elaborado por investigadores de la University College London (UCL) y la Universidad de Sheffield revela que las tasas de mortalidad por causas directamente relacionadas con el alcohol se han disparado desde el inicio de la pandemia.
Según el análisis de datos del Office for National Statistics (ONS), entre 2019 y 2022 se registraron cerca de 4.000 muertes adicionales por causas atribuibles al alcohol, que de otro modo no habrían ocurrido si se hubieran mantenido las tendencias previas a la pandemia. Este exceso de mortalidad afectó especialmente a hombres, personas de entre 50 y 69 años y residentes en zonas con altos niveles de privación socioeconómica.
El principal factor de estas muertes ha sido el aumento en los casos de enfermedades hepáticas relacionadas con el alcohol, según explican los autores del estudio. Aunque también se registró un incremento en las muertes por causas agudas, como intoxicaciones, la mayor parte del aumento se debe a daños crónicos en el hígado. Esto se atribuye al incremento sostenido de los patrones de consumo compulsivo y a una disminución del acceso a tratamientos durante la pandemia.
Los investigadores alertan que el panorama no ha mejorado tras el levantamiento de las restricciones sanitarias. Es más, en 2023, el Reino Unido registró más de 10.400 muertes por causas exclusivamente atribuibles al alcohol, una cifra récord desde que existen registros. Las tasas de mortalidad masculina duplican a las femeninas y el noreste de Inglaterra concentra los peores indicadores.
"El aumento de muertes por alcohol está consolidando las desigualdades sanitarias preexistentes", afirma el profesor Colin Angus, de la Universidad de Sheffield. Su colega Melissa Oldham, autora principal del estudio, subraya que se trata de "una crisis aguda" que requiere medidas urgentes: desde la inversión en servicios para la detección temprana de enfermedades hepáticas hasta la implementación de políticas efectivas para reducir el consumo, como precios mínimos por unidad de alcohol o mayores restricciones a la publicidad.